La Apicultura es una actividad que también se desarrolla en Mesones, ello se debe a que reúne unas condiciones naturales muy favorables. Con la llegada de la primavera podemos encontrar gran cantidad de romeros en flor (está es la flor que más atrae a las abejas y de la cual se obtiene una miel de gran calidad), así como gran cantidad de diferentes flores que aparecen durante esta época del año.
Hemos aprovechado estos días que hemos pasado en Mesones por la festividad de Semana Santa para presenciar sobre el terreno como se realizan los trabajos para la extracción de la miel de las colmenas. Es una actividad muy interesante y que poca gente tiene la oportunidad de poder observar, vamos a contaros brevemente como se realiza y mostraros algunas imágenes y un vídeo resumen de todo el proceso.
Se trata de un trabajo artesanal que se realiza prácticamente en su totalidad de forma manual. Durante las épocas de primavera y verano se realizan los trabajos de extracción de la miel y control de población en las colmenas.
La primera labor se realiza en el campo, consiste en la sustitución de los cuadros de las colmenas que ya están repletos de miel por otros nuevos para que las abejas continúen con su labor de recolectar y producir miel. Es un trabajo delicado que se ha de realizar con precaución, hay que ir equipado con trajes adecuados para evitar sus picotazos, también se utiliza un humero (es un recipiente con un fuelle que se llena de ramas de romero y se prenden para generar humo, este es molesto para las abejas y con esto se consigue que se dispersen). Los cuadros se extraen uno a uno retirando las abejas barriéndolas con un cepillo, una vez retiradas las abejas se introducen los cuadros en colmenas vacías para su transporte. Hasta que no te acostumbras a este trabajo el constante zumbido de las abejas a tu alrededor puede resultar estresante.
Una vez concluida la labor de extracción de los cuadros los siguientes trabajos se realizan en el almacén, allí se comienza el proceso para la obtención de la miel. Se empieza por la retirada del sello de los cuadros (se trata de una fina capa de cera que hay que retirar con la ayuda de una espátula, esta se ha de calentar previamente con agua hirviendo para poder realizar bien el trabajo). Una vez retirado el sello la miel queda a la vista, es el momento de ir colocando los cuadros en la centrifugadora (esté es el único trabajo que se realiza de forma mecánica, años atrás el centrifugado también se hacía de forma manual), su función es la de hacer girar los cuadros para qué de esta forma la miel comience a caer, esta se va depositando en unos recipientes colocados en la salida de la centrifugadora.
Y ya para finalizar se vierte la miel obtenida sobre un filtro para retirar todo tipo de impurezas como restos de cera, alguna abeja que haya quedado atrapada,…. etc. De esta forma se obtiene una miel limpia y pura sin ningún tipo de aditivo, 100% natural.
Abeja recolectando (salen en busca de polen, néctar y resinas)
